El reconocido pastor José Manuel Oñate, conocido cariñosamente como ‘Chema’, falleció este domingo, dejando un profundo legado espiritual en la comunidad cristiana del Cesar, La Guajira y otras regiones del país.
Oñate, padre de la pastora Damarys Oñate —presidenta de la Iglesia Cejes—, dedicó gran parte de sus 93 años al servicio misionero y pastoral. Nació el 27 de julio de 1931 en Distracción, La Guajira, y desde joven enfrentó una infancia difícil, marcada por la ausencia de su padre y padrastro. Pese a las adversidades, estudió en la escuela nocturna y a los 18 años tuvo un encuentro con la fe que transformó su vida.
Su labor pastoral lo llevó a recorrer diferentes municipios del país, sirviendo en iglesias de Ciénaga (Magdalena), Urumita (La Guajira), Santa Marta, Barranquilla y Fundación. También fue supervisor de la misión I.B.M. y, desde hace más de 30 años, ejerció como pastor consejero en la Iglesia Cejes, donde se destacó por su ministerio de orientación de parejas y cursos prematrimoniales. Junto a su esposa, Rosario Murgas, lideró un grupo de oración y visitas a enfermos en hospitales y clínicas.
Oñate también fue autor del libro Vale la pena servir a Dios, en el que relató su trayectoria en el pastorado y las dificultades que enfrentaron las misiones evangélicas en épocas de rechazo y persecución religiosa.
Sus hijos, yernos, sobrinos y nietos continúan su legado como pastores y adoradores, llevando su mensaje a diferentes partes del mundo. Quienes lo conocieron lo recuerdan como un “guerrero de la fe”, respetado por su rectitud, pasión por las almas y compromiso con el servicio a Dios.